Estos días estamos asistiendo a los trabajos de la comisión negociadora del III Acuerdo Marco para las empresas de transporte de mercancía por carretera. Tanto el banco empresarial como el sindical han manifestado la necesidad de que este acuerdo sea un decidido paso al frente y sirva para ordenar las relaciones laborales en el sector, sujetas a 52 convenios diferentes.
Todos comparten la idea de que son necesarios dos objetivos:
- homogenización, para evitar la competencia desleal por “deslocalización provincial”, y
- simplificación, para ayudar a tribunales e inspecciones a separar las empresas cumplidoras de las que no lo son.
Para hacernos conscientes de las diferencias que tenemos dentro de nuestro propio país, solo se necesita saber que una empresa domiciliada, por ejemplo, en Soria, cumpliendo al 100% su convenio, puede pagar a sus conductores casi un 50% menos que una empresa domiciliada en Barcelona. De la misma manera, si la empresa tiene su domicilio, por ejemplo, en Murcia, la jornada de trabajo anual que harán sus trabajadores será superior en 142 horas a la que podrían realizar si la empresa estuviese en Guipúzcoa. ¡Casi trabajan un mes más al año!
Estas diferencias no son sostenibles entre empresas que compiten en el mismo mercado y tanto empresarios como sindicatos lo saben. Continuamente leemos protestas de ambas partes por esta situación y se les llena la boca atacando el famoso “dumping social”, fácilmente defendible cuando hace referencia a países extranjeros (“empresas buzón”), donde no hay trabajadores ni asociaciones que se afilien en alguno de los dos bandos.
Seguramente por ello, todas estas ideas “altruistas” se terminan en cuanto se entra en temas concretos, donde cada parte mantiene posturas plagadas de “líneas rojas”. Así, algunas asociaciones de empresarios no quieren ni oír hablar de la propuesta sindical de fijar un salario mínimo de referencia y, del mismo modo, los sindicatos no están por la labor de discutir la propuesta empresarial de homogeneizar la jornada.
Entre el primer y el segundo Acuerdo Marco pasaron 14 años; desde el segundo hasta hoy ya han transcurrido otros 7. ¿Cuántos años más están dispuestos transportistas y sindicatos a mantener el entorno laboral actual? Tienen una oportunidad única sobre la mesa; solo necesitan el coraje necesario para aprovecharla.
Angel González